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Conoces a alguien y te sientes irresistiblemente atraído por él o por ella. Os conocéis y surge la magia, comienza la relación y…

Oh, oh… aparecen las primeras señales de alarma.

Empiezas a ver que no todo es color de rosa. Chocáis en muchos aspectos, surgen las incompatibilidades, él o ella no es del todo como creías o habías imaginado y empiezan las dudas.

¿Es o no es? Le quiero pero…

¿Cómo salir de esta encrucijada?

¿Cómo puedo saber si mi relación es viable, si tiene futuro o si, por el contrario, es mejor soltarla y que cada uno siga su camino?

Te propongo varios ejercicios que te pueden ayudar a aclarar esas dudas.

 

1. Conoce de verdad a la otra persona

 

¿Realmente conoces en profundidad a tu pareja? ¿Quieres a esta persona tal y cómo es? ¿O la ves como quieres que sea?

Cuando en una relación que está en sus inicios empiezas a sentirte a disgusto en muchos momentos es necesario que revises en qué se basan tus sentimientos. Si te surgen dudas acerca de la relación quizás es momento de preguntarte cómo es la persona con la que estás.

A veces tenemos en nuestra mente una imagen del tipo de persona que nos gusta o del tipo de relación que queremos.

También es posible que deseemos profundamente tener una relación y nos hayamos entusiasmado al surgir la primera atracción. Y que, posteriormente hayamos ido viendo aspectos en él o ella que no se mostraban al principio.

En la primera etapa de la relación de pareja solemos proyectar en el otro estas fantasías. Esto nos lleva a “idealizar” al otro, y a en cierto modo, a “ver lo que queremos ver”.

Un ejercicio muy sencillo pero muy esclarecedor es el siguiente: escribe una lista con todos los aspectos que valoras en tu pareja. Escribe otra con lo que no te gusta tanto. Con sinceridad. Necesitas descubrir si lo que te ocurre es que te has enamorado de la “versión” que tienes en tu cabeza de esa persona o de la relación. Si hay algún aspecto de la personalidad que es absolutamente imprescindible para ti y no lo hallas, no lo pases por alto. Por muchas que sean las otras características que te gusten. A la larga esa carencia pesará más.

Así que, es importante ver a la persona tal cual es, conocerla realmente. Y esto requiere, entre otras cosas, de tiempo y de vivir en el momento presente para poder hacerlo.

 

 El primer paso en una relación es conocerse y vivir la relación sin proyectar expectativas a futuro. No existe fracaso si hay autenticidad y eso permite que se pueda consolidar de forma natural y aceptarlo si no es así. 

 

2. Averigua si realmente te abres a la relación

 

¿Te abres con corazón a vivir tu relación o notas ciertas reticencias en ti?

El miedo al compromiso es un clásico pero no es necesariamente evidente para el que lo sufre. El miedo a no elegir a “la persona adecuada”, el miedo a fracasar, el miedo a que la relación se deteriore con el tiempo, el miedo a perder la oportunidad de conocer a alguien maravilloso con quien “todo sea perfecto”, la sensación de vulnerabilidad si te entregas del todo y corres el riesgo de que te hagan daño….. todas son diferentes versiones del mismo miedo al compromiso.

Puedes desear la relación e incluso querer a la persona y aun así, sufrirlo en tu interior de forma inconsciente.

 

 El amor es un riesgo. En realidad, la vida es un riesgo. Pero no hay riesgo más valioso en la vida que el amor.

 

Si quieres darte una verdadera oportunidad de vivir una relación magnífica haz un alto en el camino y revisa en tu interior. Solo con humildad y sinceridad podrás saber si tus dudas surgen de ti o si de verdad tienen que ver con el otro.

 

3. El amor es imprescindible en una relación pero no es la única garantía de éxito

 

El amor ciertamente es el ingrediente fundamental y más importante para que una buena relación de pareja pueda darse, pero no es el único. Si fuéramos perfectos igual podría serlo pero somos humanos.

A través del amor buscamos a alguien con quien compartir la vida que deseamos y que está sea plena y dichosa.

Para crear una relación de pareja feliz y satisfactoria es importante tener en cuenta algunos aspectos básicos, sin los cuales, por mucho sentimiento y afinidad que haya, el barco tiene un alto riesgo de naufragar.

 

  • Conoce los valores fundamentales del otro y los tuyos

Imagina que:

Tienes una profunda vocación de servicio y te encanta ayudar a los demás. Eres muy sociable, y amas estar con gente. Para ti es muy importante la honestidad y confiar. Tu pareja adora la libertad y la paz y prefiere una vida sencilla y sin complicaciones. La independencia es clave en su caso y no le gustan las actividades en grupo.

 

 Si los valores fundamentales de ambos difieren mucho es fácil que surjan problemas de raíz difíciles de solucionar.

 

Imagina que:

Uno de los dos es serio y reflexivo donde el otro aporta la alegría y el entusiasmo, donde al primero le encantan la racionalidad y la ciencia a su pareja le chifla la música y el arte. Donde uno calla, el otro habla por los codos. Pueden parecer muy diferentes pero para ambos un estilo de vida sana es clave y aman el deporte. Entre sus valores principales están la amistad, el amor por la familia y la conciencia social. Ambos adoran al otro y sus diferencias mantienen la chispa viva.

 

 Se pueden tener personalidades muy distintas pero compartir valores básicos que permiten crear una relación enriquecedora y sólida.

 

  • Conoce vuestros sueños y proyectos de vida

Tú quieres vivir en el campo en una casa con animales, tener cuatro hijos y vivir una vida natural y sin sofisticaciones. Al otro le encanta la ciudad, viajar, y su sueño es cruzar el mundo en un velero. Es un simple ejemplo, pero estoy segura de que sabes a qué me refiero…

Sí, vuestros ratos juntos son fascinantes y os reís mucho, os habéis caído fantásticamente y en la cama tenéis mucha conexión. Tú cada vez sientes cómo te implicas más, pero cada vez que tocáis el tema del futuro y la familia algo se tensa. Te fascina cuando te habla de sus sueños y su vida ideal, pero no tiene nada que ver con la tuya.

Cuando te surge la duda prefieres pensar “bueno, quizás cambie de parecer cuando se enamore perdidamente de mí”. Y continúas con la relación porque en el fondo, no pierdes la esperanza de que él o ella deje de ser quien es para convertirse en quien tú quieres que sea. Y el otro, en secreto, piensa lo mismo.

¿Te reconoces en esta situación?

¿La has vivido alguna vez?

No hay que ser adivino para intuir que el futuro de esta relación está muy complicado si deseáis la felicidad propia y la del otro. En algún momento ambos querréis cumplir vuestros sueños y ¿qué pasará entonces?

 

  • Asegúrate de que navegáis en la misma dirección

Es muy importante que vuestro horizonte sea compartido. No hablo de que tengáis los mismos sueños e ideales; en ocasiones las personas que se enamoran se contagian esos sueños y los convierten en un proyecto de vida conjunto. Eso es parte de la magia de la vida, pero asegúrate de que hay espacio para ambos, que cuando miréis al futuro lo hagáis en la misma dirección.

 

Cómo salir del mar de dudas y seguir con buen rumbo

 

En resumen, párate a reflexionar.

Lamentablemente, muchas parejas se separan al cabo de años y tras muchas frustraciones por no haber realizado este ejercicio a conciencia en los inicios y es una lástima.

Cuando hay dudas, evaluar de dónde surgen te dará muchas pistas para poder determinar con honestidad si sientes que la relación es viable para ti o no, y apostar por ella a conciencia.

Esto no es una ciencia; después de todo, la decisión es tuya, pero si lo haces te garantizo que tendrás más posibilidades de crear la relación que deseas.

Y si descubres que realmente hay amor y la base para la relación es buena, pero hay aspectos importantes a mejorar, plantéaselo a tu pareja y vuélcate en solucionarlos.

Recuerda que siempre puedes recibir ayuda.

El coaching te da la posibilidad de aclarar tus dudas, trabajar tus miedos o de solucionar esos problemas de relación, tanto individualmente como en pareja. Puede ser la diferencia entre ser capaz de salir de una relación que te hace infeliz o no, entre crear una relación dichosa con la persona que amas o no.

Para mí no hay duda alguna que merece mucho la pena. Y lo digo como profesional pero aún más, ¡por propia experiencia!

Si quieres saber cómo abordar las crisis que te causan dudas en una relación ya consolidada te recomiendo mi artículo “Le quiero pero… cuando una relación entra en crisis”

Y si quieres apostar por tu relación y quieres ayuda, contacta conmigo y concierta una consulta gratuita. Podemos hablar de ti y de aquello que te gustaría mejorar.


Gracias por tu confianza

 

Ana Fernández

Coach de intervención estratégica
unamorextraordinario.com
hola@unamorextraordinario.com
+34 609577881

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