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Ya pasaron las fiestas y todos estamos repletos de buenos propósitos para este nuevo año.

¡Yo también! ¿Y tú?

Siempre están los clásicos: hacer dieta, ejercicio…

Hoy quiero sugerirte un propósito diferente:

Valorar y agradecer tu experiencia en el amor tanto si estás en pareja como si no.

¿Te animas?

 

Mira a quien amas como si fuera la primera vez

 

Te invito a que llenes tus pensamientos y tus ojos de agradecimiento por cada pequeño detalle, por cada mirada, por esos pequeños favores que te hacen la vida más agradable. 

Imagina, durante todo un día, que cada uno de ellos fuera el último… ¿cuánto significarían para ti?

 

¿Te paras a pensar en todo lo que puedes agradecer y valorar de la persona que está a tu lado? ¿Agradeces los regalos que trae a tu vida cada día?

 

Quizás lleváis poco tiempo de relación, mucho o muchísimo. Estás sumamente feliz con tu pareja o es posible que haya aspectos de la relación que te gustaría cambiar. Tu relación sentimental no tiene por qué ser perfecta, ni siquiera como tú deseas para poder realizar este ejercicio de amor.

Cuando estamos en una relación y nos sentimos seguros en ella, es fácil caer en el error de dar por sentadas muchas cosas de las que disfrutamos. Me refiero a las pequeñas cosas del día a día, a un gesto o una sonrisa, a una caricia. Al hecho de que otro haga por ti (o simplemente, ¡haga!), tareas que te hacen la vida más fácil o que tenga en cuenta aquello que es importante para ti. 

 

Muchas veces olvidamos dar valor a lo que damos por sentado que nuestra pareja “debe” ser o hacer por nosotros. Sobre todo, si estamos concentrados en ver todo aquello que no es como deseamos.

 

Así que te propongo mirar a través de los cristales de la valoración y la gratitud. Y que lo hagas en profundidad y desde el corazón.

 

Aquello que le hace ser quien es

 

¿Cómo es tu pareja?

¿Qué es aquello que más te gusta de su persona?

¿Qué fue lo primero que te enamoró de él o ella?

Quizás su risa, el color de sus ojos, su generosidad, su sentido del humor, la confianza que emana… características tan suyas y que simplemente te encantan.

Tómate unos instantes y revisa todo lo que te gusta y date cuenta del disfrute que eso te da. No te extrañes si se te escapa una sonrisa.

 

Lo que hace marca la diferencia para ti

 

¿Qué comportamientos tiene hacia ti o en vuestra convivencia que hacen tu vida mejor?

Quizás es detallista o simplemente no se queja por casi nada. Te trae los panecillos que te gustan. Te escucha con paciencia cuando lo necesitas. Lleva con mucha dignidad las jornadas con tu familia…

Tú sabes cuáles son esas pequeñas cosas.

Y, quizás, en ocasiones olvidas lo mucho que cuentan esos detalles de tu pareja y que tu vida es mejor gracias a ellos.

 

Los extras… agradécelos también

 

Observa las cosas que disfrutas sin muchas veces darte cuenta.

Quizás son comportamientos que no tienen que ver contigo, simplemente son así. Pero…. ¡Qué lujo!

No ronca. Ordena metódicamente las facturas y jamás pierde nada. Borda la paella… Es espectacular encontrando ofertas por internet o arreglando grifos.

Admítelo, ¡no siempre lo ves!

Pero cuando vas a casa de otros (amigos o familia) te das cuenta de los ‘pluses’ que traía ‘tu cariño’ bajo la manga.

Agradece esas pequeñas cosas también: ¿Seguro que te has dado cuenta de todas ellas?

 

Y es natural que si lo valoras…. lo agradezcas

 

 

Una vez que hayas conectado con la valoración y sientas la gratitud, permítete expresarla: con tus palabras, con tus acciones, de todas las maneras que se te ocurra.

Quizás será más fácil renunciar a tu preferencia a la hora de elegir el menú por la suya o escribirle una nota, ofrecerle un masaje de pies tras un largo día o tener un detalle sencillo que sabes que le gustará.

 

Date el gusto de que tu pareja note cuánto valoras y agradeces que esté en tu vida. 

 

Si este ejercicio de revisión no te ha salido tan bien, te animo a que reflexiones. Que seamos capaces de ver los esfuerzos de otro, y no necesariamente los resultados, requiere de una mirada diferente: más generosa, más compasiva, más amorosa y apreciativa.

 

¿Y si no tengo pareja?

 

Bueno, ¿y esa creatividad?

Que no tengas pareja no quiere decir que no tengas cosas que agradecer en relación con el amor.

Puedes agradecer a esa persona que ya no está en tu vida todo lo compartido.

¡O puedes agradecer que ya no esté en tu vida!

Agradece, en ese caso, los aprendizajes debido a los errores cometidos, tus experiencias más valiosas, incluso el haberte dado cuenta de lo importante que es para ti el amor.

Llénate de agradecimiento.

Y, si lo que deseas es una relación, ese sentimiento es un maravilloso punto de partida.

 

¿Quieres ayuda para valorar tu relación?

Contacta conmigo y concierta una consulta gratuita.

¿Cuéntame qué te ronda por la cabeza y tus sentimientos, y vemos cómo te puedo ayudar.

Llena de valoración y agradecimiento,

 

 

Ana Fernández

Coach de intervención estratégica
unamorextraordinario.com
hola@unamorextraordinario.com
+34 609577881

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