Hoy en día hay muchos medios para comunicarse instantáneamente a nuestro alcance que ocupan nuestras vidas, y no siempre para bien.

El uso del teléfono móvil se ha hecho tan práctico y tan intensivo que parece que no podemos vivir sin él más que algunos minutos.

 

Conforme crece la facilidad de comunicación en las distancias largas, decrece la calidad en las cortas.

 

Esto afecta a todas nuestras relaciones y especialmente a nuestra relación más íntima, la pareja.

¿A ti no te ha pasado que estás contado algo que te apetece compartir con tu pareja, o con un amigo, y te das cuenta de que te escucha a medias mientras revisa el whatsapp, Facebook o Instagram?

O, quizás eres tú quien lo hace en algunas ocasiones…

En ese momento, probablemente, sientas que el móvil es más importante que tú, ¿verdad?

Si ese comportamiento se da con frecuencia, acaba produciendo insatisfacción por falta de conexión íntima con la otra persona o un cierto sentimiento de rechazo y separación.

Y sí, está tan extendido que creo que pocos estamos exentos, aunque en algunos casos es bastante más exagerado que en otros.

¿Por qué lo hacemos, aun sabiendo que a ninguno nos gusta que otros lo hagan…?

Hay diferentes razones: necesidad de conexión y pertenencia, miedo a perdernos algo, curiosidad sin control, adicción a las redes sociales, al móvil, a Internet.…

Según un estudio de la Universidad de Chicago, la necesidad de revisar las redes sociales en algunas personas es más fuerte que la necesidad de tener relaciones sexuales. No desestimemos la importancia y posible gravedad del tema.

Así que, si queremos disfrutar de una relación de pareja de calidad, debemos estar atentos a las posibles interferencias en nuestra comunicación.

¿Qué podemos hacer para que nuestra la conexión íntima no se vea dificultada por la del móvil?

 

1. Para empezar sé consciente

 

Un teléfono presente durante una conversación personal, incluso encima de la mesa, a la vista, afecta directamente a la sensación de conexión, cercanía y a la calidad de la conversación.

Cuando los ojos del otro se van, aunque sea involuntariamente a la pantalla del móvil, lo más normal es que no nos sintamos realmente escuchados o tenidos en cuenta.

En cambio, cuando desaparecen de la vista durante ese rato compartido, se genera mucha más empatía.

 

La empatía se genera a través de la escucha, la conexión visual y la expresión facial que, al estar distraídos con el teléfono, se pierden.

 

 

Así lo afirman diferentes estudios realizados al respecto en países de todo el mundo, y esto ocurre con independencia de la edad, el género o la etnia…

Esta falta de empatía es especialmente grave durante conversaciones significativas, en las que se pierde la oportunidad de crear una auténtica conexión con el otro y, en consecuencia, todo lo que de eso puede derivar: mayor intimidad emocional, comprensión, diversión, pasión…

Así que…

Te recomiendo una reflexión acerca de cuáles son tus propios hábitos con el teléfono u otros aparatos electrónicos.

Si tienes queja del comportamiento de tu pareja al respecto es bueno que revises primero los tuyos propios. Si vas a sacar el tema, hazlo de una manera suave, expresa cómo te sientes y propón reflexionarlo con comprensión y respeto.

 

2. Revisa y crea buenos hábitos

 

Si ves que realmente no hay ratos donde el teléfono no esté presente de una manera u otra, seguro que invade vuestros espacios de encuentro en el día a día.

Propón tener unas reglas acerca del uso del teléfono y acordad cuáles son entre los dos.

Es mucho más efectivo que sea a menudo, aunque no sean ratos muy largos, que hacerlo solo durante vuestras salidas.

Aquí te sugiero algunas pautas que podrían interesarte.

 

Tiempo de calidad juntos

 

Es importante encontrar tiempo de calidad para compartir y conversar con la pareja, a ser posible a diario.

Buscad aunque sean 30 minutos al día sin interrupciones y sin teléfonos, y empezaréis a ver cómo mejora vuestra sensación de cercanía y complicidad.

Todo lo que requiere es estar presente con el otro, mirarle a los ojos y tener una conversación real sin interrupciones.

¡Veréis como vale la pena!

Si al principio se os hace raro o difícil no estar pendiente del teléfono, razón de más para crear el hábito; significa que realmente era necesario.

Y ni que decir tiene que…

¡En vuestras citas especiales el resto del mundo sobra!

Así que, nada de dejar entrar a nadie ni nada por la pantalla del móvil.

Se trata de compartir ese sentimiento común de que el otro es la persona más importante para ti, algo muy necesario si queremos disfrutar de una relación de pareja extraordinaria.

 

Comidas sin interrupciones

 

Una norma muy aconsejable es respetar el rato de compartir mesa en pareja o en familia. Muchas veces es el espacio que permite compartir lo que ha ocurrido durante el día.

Conversaciones que empiezan por “¿Qué hacemos hoy de cenar?” “¿A ti qué te apetece?” no son solo prácticas o poco trascendentales, sino que también muestran la necesidad de reconexión y contacto, y una manera de iniciar conversaciones más interesantes o personales.

Además de disfrutar de una buena conversación, seguro que la comida sabe más rica, si la disfrutas en calma.

 

Pon límites al trabajo

 

Si necesitas estar pendiente del móvil por razones de trabajo también puedes poner límites. No es necesario atender todo el rato el resto de las interacciones solo porque tenemos el teléfono encendido por si hay una llamada de emergencia.

Puedes apagar los datos móviles y el wifi, e indicar que en las emergencias o en ciertos horarios te llamen, así podrás relajarte sin más interrupciones que las imprescindibles y evitarás todas las demás.

Y si tu jefe eres tú, puedes ponerte horarios y normas, ¿o acaso no te lo mereces?

 

Fuera excusas

 

A veces nos es tan práctico usar el móvil como herramienta para tantas cosas que una cosa lleva a la otra…

Seguro que te ha pasado: estás usándolo para localizar una calle o mirando la hora y ¡zas! vuelves a entrar en las redes sociales o en tus mensajes.

Es tu decisión adquirir buenos hábitos para mejorar tu presencia en el momento que compartes con tu pareja o con tu familia.

 

Aprende a administrar tu atención en tu relación y verás como la satisfacción aumentará.

 

 

Te animo a que pienses cómo facilitar mejores costumbres, para que el móvil no sea el centro de atención en tu vida personal.

Aquí algunas ideas:

Cómprate un reloj

Desactiva las notificaciones

Mira la localización de donde tienes que ir antes de salir de casa

Permítete no estar al día de todo, al menos por un rato

 

En caso de dificultad, pide ayuda

 

Si te es difícil desconectar del móvil y descubres que lo haces porque si no te aburres, porque no sabes de qué hablar con tu pareja o no deseas compartir lo que de verdad piensas…

¡Señal de peligro!

Éste es un claro indicador de que es necesario tomar las riendas de la comunicación en tu relación.

La comunicación es un elemento esencial en las relaciones, pero especialmente en las de pareja. Darse cuenta de estas dificultades es el primer paso para poder poner solución, antes de que la relación se deteriore por falta de atención.

¿Te gustaría mejorar la comunicación con tu pareja?

 Podemos hablar de ello y de cómo solucionar vuestras dificultades.

Contacta conmigo y concierta ahora una consulta gratuita.

Gracias por tu confianza, 

 

Ana Fernández

Coach de intervención estratégica
unamorextraordinario.com
hola@unamorextraordinario.com
+34 609577881

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