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La infidelidad es algo con lo que casi todos nos cruzamos, de una manera u otra.

Es fácil que haga ‘acto de presencia’ en nuestra vida; quizás la descubramos en nuestra familia, o entre nuestros amigos o conocidos, o bien la hayamos experimentado en primera persona en alguna relación sentimental.

 

 ¿Qué experiencias has tenido al respecto de la infidelidad? ¿Qué has visto o sentido al respecto?

 

Aunque varían según los países, las estadísticas más actuales estiman que alrededor de un tercio de las personas casadas o en una relación sentimental comprometida se ven afectadas por ella.

Los hombres infieles son alrededor del 35%, seguidos de las mujeres que cada vez se les acercan más superando el 30%.

Ni siquiera es fácil medir la infidelidad porque hoy en día hay tantas posibilidades de acceder a experiencias sexuales en mayor o menor medida -sexting, cybersexo, pornografía, masaje erótico…- que hay variadas opiniones entre hombres y mujeres sobre qué actos se consideran transgresores de la fidelidad y cuáles no.

También existen diferentes opiniones según la frecuencia, la duración y la naturaleza sentimental de la infidelidad.

 

En un mundo con tantas vías de comunicación e interacción, nunca ha sido tan fácil ser infiel, y nunca ha sido tan fácil ser descubierto.

 

 Te quiero plantear una serie de reflexiones:

¿Te afecta o te preocupa la infidelidad?

¿Has sido o has deseado en algún momento serle infiel a tu pareja, aunque solo fuera a “nivel teórico”?

¿Te da miedo que afecte a tu relación, quizás porque no te sientes inmune a caer en la tentación?

¿Te han sido infiel en alguna de tus relaciones sentimentales?

¿Te falta confianza en las relaciones? ¿Y en tu pareja?

¿Crees que estás a salvo y que jamás harías nada reprobable que afectara a tu relación?

¿Pondrías la mano en el fuego de que no es posible que tu pareja te sea infiel?

¡Ojo!

No creas que estás a salvo.

Existen charlas, estudios y libros de expertos en el tema como el psicólogo Antoni Bolinches o la psicoterapeuta Esther Perel muy interesantes, y que te recomiendo si quieres profundizar.

Yo voy a dar respuesta en este post sobre un aspecto que me parece fundamental para quien aborda una infidelidad, ya sea en su relación o en la de otras personas de su entorno, y es por qué somos infieles.

O, si queremos verlo de otro modo: ¿qué evita que lo seamos?

Existen muchas razones y factores que pueden influir en ello. Yo los clasificaría en tres grupos:

 

 1. Ideas, creencias y grados de compromiso

 

Por supuesto que nuestra educación, creencias religiosas, experiencias, razonamientos y conclusiones mentales afectan directamente.

¿Te parece que la fidelidad es una utopía, una falta de variedad, de apertura e insostenible en las relaciones largas?

 Quizás no has sido realmente sincero o sincera sobre tus verdaderos pensamientos al plantearte esta pregunta: Inconscientemente o por no perder a tu pareja.

Es posible que tu grado de compromiso respecto a la fidelidad haya sido más teórico que real.

Tal vez lo que aprendiste del amor y la pareja en tu familia de origen o en tu niñez no te permite creer de verdad en las relaciones; y, después de un tiempo, la pasión no deja de ser algo que ves como pasajero y que debes buscar fuera de la relación, o algo satisfactorio que se puede vivir esporádicamente sin que haga daño a la relación estable si no se sabe.

¿Es así para ti?

Hoy en día existe mucha mayor apertura hacia todo tipo de relaciones amorosas: heterosexuales, homosexuales, de más de dos personas, de exclusividad sexual o abiertas a otros compañeros sexuales…

Te recomiendo que reflexiones y decidas qué tipo de relación deseas tener realmente, y practiques la mayor sinceridad posible con tu pareja o posible pareja.

Una conversación abierta con él o ella acerca de la infidelidad y las creencias de cada uno al respecto es muy sana y necesaria.

 

La infidelidad siempre se refiere a un acto secreto y que va en contra de los compromisos acordados en la pareja, y a través del cuál le somos desleales.

 

Así que, permítete expresar cuál es tu verdadero sentir y qué compromisos deseas establecer verdaderamente y cuáles no. No es tan importante los acuerdos que tengáis establecidos como la honestidad que compartáis uno con el otro.

Os recomiendo llegar a un acuerdo explícito del compromiso en la relación, con vuestras palabras y sin dar por supuesto nada.

Y volver a plantearlo con el paso del tiempo; requiere revisión de vez en cuando, pues no es algo inmutable.

 

2. Estado de la relación sentimental

 

No todas las infidelidades ocurren porque las personas se mienten a propósito o porque no se quieren, o como preludio a una ruptura.

¿Sientes que eres la persona más importante para tu pareja o todos y todo pasa por delante de ti?

¿Sabes que te ama pero ya no existe variedad, sorpresa ni incertidumbre en la relación? Sí, esa ‘incertidumbre positiva’ que no te permite darle por sentado, y que te mantiene alerta y con interés en la persona que tienes a tu lado.

¿Cuidas de hacer sentir a tu pareja lo especial que es y sigue siendo para ti?

¿Nutres la relación dándole espacio y alimentándola  –tanto en lo sentimental como en lo sexual- de chispa y novedades?

 

El amor nos demanda sentirnos cerca y seguros pero la pasión se alimenta de lo incierto y lo novedoso.

 

También circunstancias externas -relacionadas con la salud, la familia o el trabajo- pueden estar creando presión en la relación.

Es esencial cuidar la comunicación y la relación con el otro de tal manera que le transmita cuán importante es para nosotros.

Sin este aspecto, una relación externa puede pasar a convertirse en tan prohibida como misteriosa, incierta y deseable.

Muchas personas que jamás han imaginado que iban a ser infieles a aquella persona que aman han acabado encontrándose cometiendo una infidelidad por esa necesidad y deseo que tenemos todos de sentirnos especiales.

Así que, sí: eso puede ocurrirnos y sin esperarlo, tanto a nosotros mismos como a nuestra pareja. Claro que cada uno somos responsables de nuestras acciones y elecciones pero decir “eso, a mí no me va a ocurrir” no es ninguna garantía.

La mayoría de los triángulos amorosos no han sido buscados ni esperados, y eso no lo hace menos doloroso.

 

3. Crisis vitales personales

 

A veces, se nos ha olvidado que la vida pasa, pasa rápido, y que inevitablemente se va a acabar.

 

Y nos lo recuerda de golpe alguna mala noticia de salud, o la pérdida de un ser querido, ese amigo que se va demasiado pronto o alguien de la familia. Y sentimos una necesidad de anclarnos a la vida y de beberla de un sorbo, y el sexo tiene mucho que decir al respecto, pues es pura expresión vital.

No es extraño que, en estos casos, personas felices en su relación se encuentren viviendo una infidelidad como una necesidad de experiencia o cambio personal que no tiene necesariamente que ver con su pareja. Aunque, claro está, les afecte profundamente.

Una crisis relacionada con la edad, con nuestras frustraciones personales o profesionales pueden disparar comportamientos sorprendentes para nosotros mismos.

¿Sientes que partes de ti ya han quedado atrás?

¿Qué has cambiado y echas en falta?

¿Quién ya no eres o nunca has llegado a ser?

En ocasiones hemos echado de menos algo en nosotros que cuando una persona llega y lo despierta, no podemos evitar caer en esa magia para poder vivir ese otro ‘yo’ que también deseamos ser.

A veces simplemente es el puro sentimiento de ‘estar perdiéndose algo importante’ y el deseo de tener experiencias sexuales diferentes. Ocurre.

En cualquier caso, es importante estar cerca de nuestro sentir y expresarlo y compartirlo en pareja. También lo es apoyar al otro para que se desarrolle y sienta plenitud respecto a quién es y lo que desea de la vida.

 

¿Y, si a pesar de todo, hay infidelidad?

 

Aun siendo conscientes de cuáles son las principales causas de la infidelidad, y de qué manera podemos favorecer una relación que respete los compromisos de pareja, la infidelidad puede aparecer.

¿Qué hacer cuando surge?

La semana que viene hablaremos de qué hacer ante la infidelidad, cómo actuar y abordarla tanto si es en nuestra relación como si es en otra cercana a nosotros.

Si este es un tema que te preocupa o que puede afectar o ya ha afectado a tu relación, es muy importante recibir ayuda. Los amigos muchas veces tienen una buenísima intención, pero no siempre saben darnos las claves que nos permitan solucionar nuestras circunstancias.

Plantéate buscar la ayuda profesional que te permita aclarar tus dudas, superar tus crisis y mejorar en tu relación si de verdad es la que deseas tener. En este tema en especial, difícilmente vas a encontrar alguien que a título personal pueda entender todos los factores y darte las claves que necesitas para avanzar.

Si quieres contarme tu caso y averiguar cómo te puedo ayudar, concierta una consulta gratuita. Podemos hablar de dónde estás en este aspecto u otro, de dónde quieres estar y de cómo llegar hasta ahí.

 

Gracias por tu confianza,

 

Ana Fernández

Coach de intervención estratégica
unamorextraordinario.com
hola@unamorextraordinario.com
+34 609577881

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